María Zajárova expresó que el hecho “encaja plenamente en la lógica de la campaña global contra los medios y periodistas rusos».

La representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, expresó que la aprehensión de los periodistas de su país es “otra grave violación por parte de Washington”.

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“Consideramos lo ocurrido como otra grave violación por parte de Washington de sus obligaciones, en materia de garantizar la libertad de acceso a la información y el pluralismo de los medios de comunicación”, recoge el texto.

La portavoz de la Cancillería rusa enfatizó que el hecho “encaja plenamente en la lógica de la campaña global contra los medios y periodistas rusos anunciada por la actual Administración, que contradice directamente no sólo las obligaciones internacionales de los Estados Unidos, sino también las disposiciones de su propia Constitución”.

Los periodistas, que pertenecen al diario ruso Izvestia, llegaron a EE. UU. para cubrir las próximas elecciones presidenciales, y fueron detenidos en el aeropuerto de Washington en la madrugada del pasado martes.

De acuerdo con la diplomática, los reporteros contaban con los permisos expedidos según los objetivos del viaje, y aun así las fuerzas del orden locales confiscaron todo el equipo y las comunicaciones de los periodistas rusos y los sometieron a muchas horas de interrogatorio.

Por otro lado, a la Embajada de Rusia en los Estados Unidos no se le permitió brindar la asistencia necesaria al camarógrafo Vladímir Borovikóv, operador del grupo, a quien se le negó el permiso para cruzar la frontera, se le canceló el visado de entrada por algunas “razones administrativas” y se tomó la decisión de deportarlo del país, informó Zajárova.

Al mismo tiempo, afirmó la funcionaria, a otros corresponsales de la emisora ​​rusa se les permitió viajar a Estados Unidos sin ninguna explicación ni disculpa, e incluso “se les acreditó como representantes de los medios de comunicación con una serie de restricciones”.

Asimismo, Moscú subrayó que tal «arbitrariedad de las autoridades estadounidenses no quedará sin una respuesta adecuada».

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